Puede tal vez que sea esta la única forma en la que nos dediquemos intenciones, puede que tal vez lo que expresas en líneas y entre ellas sea para mí... ¿cómo lo sabré?
Quiero ser ese pedacito de azul, esa dedicatoria, ese temor que te asalte por noches, esa sonrisa que tratas de ocultar al verme a lo lejos aparecer así de repente como es de costumbre... yo aún dudo en acercarme a ti cada que te observo por ahí.
...todo inicio es difícil... no sé aún si de aquí en adelante ambos seremos todo o simplemente nada, si en este superfluo mundo que nos ampara al encontrarnos entre versos demos en cuenta que somos lo que buscamos... ¿soy a quien buscas?, ¿eres a quien busco?
Sólo hay una manera de averiguarlo... pero ten en cuenta que se necesita un espacio para ser ambos algo, para dedicarnos enteramente a conocernos... no es simplemente el hecho de transmitir sin voz expresiones, lo que puede leerse puede confundir al receptor y simplemente no llegar a entenderse su contexto, NO HAY NADA COMO UNA CONVERSACIÓN FRENTE A FRENTE!... quiero ver la expresión de tu rostro antes de sonreír, inundarme con tu voz, empaparme con tu presencia en aunque sea por un instante... pero sólo los dos... sólo tú y yo, no más.
Y si en caso este camino no sea para cruzar nuestros senderos... sólo atino a sonreír... eres en este instante gran parte de mi existencia... te quiero! y me da miedo decirlo... te quiero! y lo admito en estas líneas... ¿las leerás?
Vamos al punto de nuestras noches, te extraño cada que no observo tu aparición en mi ventana, en mi luz nocturna que me abre la visión a un mundo sin gestos... lleno de imágenes y textos... lleno de nada cuando ausente estás...
...¿cómo podemos iniciar?
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